LA PERCEPCION
La percepción es la manera en la que el cerebro de un organismo interpreta los estímulos sensoriales que recibe a través de los sentidos para formar una impresión consciente de la realidad física de su entorno. También describe el conjunto de procesos mentales mediante el cual una persona selecciona, organiza e interpreta la información proveniente de estímulos, pensamientos y sentimientos, a partir de su experiencia previa, de manera lógica o significativa. En la filosofía, la percepción es la aprehensión psíquica de una realidad objetiva, distinta de la sensación y de la idea, y de carácter mediato o inmediato según la corriente filosófica (idealista o realista).
SENSACION
La sensación, también conocida como procesamiento sensorial, es la recepción de estimulos mediante los organos sensoriales. Estos transforman las distintas manifestaciones de los estímulos importantes para los seres vivos de forma calórica, térmica, química o mecánica del medio ambiente (incluyendo en ese al cuerpo humano) en impulsos eléctricos y químicos para que viajen al sistema nervioso central o hasta el cerebro para darle significación y organización a la información. Esto, dependiendo de la particular forma de procesamiento de cada ser vivo.
DIFERENCIAS DE PERCEPCION Y SENSACION
- La sensación es totalmente fisiológica, es la respuesta (en algunas situaciones algesica, ósea, que emite dolor) ante un estimulo exterior e incluso del mismo cuerpo, la sensación es registrada por los censo receptores.
- La percepción tiene ya que ver con la conciencia, es identificar el estimulo en donde, con que intensidad, en que sentido repercute, si es placentero o no, etc.
ANALISIS
Si la sensación era un proceso receptivo, la percepción es algo más que eso,
es el conocimiento de las respuestas sensoriales a los estímulos que las excitan, Sensación precede a la percepción y que esta es una diferencia funcional sencilla; en el proceso sensible se percibe un estímulo-sensación, como puede ser la alarma de una puerta, luego se analiza y compara la información suministrada por ese estímulo y después de interpretar la percepción que hemos tenido de dicha sensación, se decide si es necesario permanecer en una actitud de alerta frente algún peligro o si simplemente es cuestión de apagar el dispositivo que accidentalmente accionó la alarma.